La meditación es más que una acción o la falta de acción, sentarse en un espacio, cerrar los ojos y respirar. La meditación es más que esperar que la ausencia de pensamiento y emoción toque el vacío del espíritu y el alma infinitos que habitan dentro del cuerpo.
Todos esos momentos de silencio y concentración que experimentamos a lo largo del día, como los momentos de gratitud, saboreo y apreciación, también son momentos de meditación.
La meditación existe en nuestra vida mucho más a menudo de lo que nos gustaría admitir. Voy a crear una nueva denominación para la meditación cada vez que te sientes y pruebes tu café sin un pensamiento en tu mente porque estás presente en el momento teniendo la experiencia con atención enfocada pero relajada.
Voy a crear una nueva denominación para ese momento en el que te detienes y miras por la ventana en el bus, o en el edificio donde trabajas, o en tu casa. En ese momento tu mente está en silencio y tú estás presente.
¡Llamémoslos suplementos de meditación!
Cada vez que cierras los ojos y respiras profundamente dentro y fuera de tu cuerpo, tu mente, cuerpo y alma están en meditación sin pensar ni sentir, estando presentes observando la realidad con desapego.
Estos pequeños momentos no son pequeños en valor en absoluto. Son vitaminas o suplementos que tomas a lo largo del día para tu salud mental y tu salud física.
No te sientas culpable si no tienes ganas de tomar cinco, 10, 30 minutos o una hora antes de ir a trabajar, en tu descanso laboral o cuando llegas a casa del trabajo para meditar. En cambio, dale valor a todas esas pequeñas experiencias y conviértelas en momentos sagrados de meditación.
Así como mirar una imagen bonita evoca sentimientos de paz, puedes simplemente observar y conectarte con la paz interior.
Cuando estés almorzando, detente un momento. Cierra los ojos, prueba esa comida y concéntrate en tu cuerpo cuidando de esa comida que te nutre.
Cuando estés mirando por la ventana, honra ese momento.
En ese momento, crea un pequeño santuario para que tu mente esté libre y observa en meditación silenciosa.
Estos suplementos de meditación se acumularán un poco cada día, hasta que un día crearás espontáneamente un momento aparte de tu horario diario, tus rutinas, para meditar en silencio, en paz, reconectando contigo mismo.
Estos momentos dedicados a la meditación crean mucha energía que nos revitaliza de adentro hacia afuera. La mente está diseñada para gastar energía, de modo que cuando nos preocupamos y pensamos demasiado, nos sentimos agotados, cansados, con exceso de trabajo y estresados.
Prueba este ejercicio todos los días: toma esas pastillas de meditación en los pequeños momentos de tu vida cotidiana. Encuentra placer en ellos. Siente la energía corriendo por tu cuerpo justo después. Hasta que esto se convierta en parte de tu vida. Hasta que espontáneamente crees espacio cuando sea te conveniente meditar.
La meditación es sanadora.
La meditación es amor.
La meditación es energía.