A la hora de trazar el camino para alcanzar un objetivo suceden varias cosas.
Primero, comenzamos a mirar todo lo demás que se interpone entre nosotros y nuestra meta: cómo lo están haciendo otras personas para lograr sus metas o metas similares a las nuestras.
Cuando hacemos esto, nos decimos a nosotros mismos que estamos recopilando toda la información posible de nuestro entorno para obtener las mejores herramientas, técnicas y trucos para lograr el objetivo deseado. Pero la mayor parte del tiempo, lo que estamos haciendo es abarrotar nuestras mentes con las técnicas, pensamientos, ideas y formas de hacer las cosas de otras personas. Como si una talla se ajustara a todos.
Cuando estamos en el camino hacia nuestra meta, debemos practicar la atención plena en cada paso del camino como si estuviéramos caminando por un sendero angosto en un bosque, donde solo podemos ver el próximo paso que estamos dando.
Caminar hacia una meta es un camino de autodescubrimiento y de descubrir cómo los demás pueden influir en nosotros positiva o negativamente.
Para llegar a la meta deseada, caminar un paso a la vez nos permitirá crear un paso fuerte y definido hacia nuestros logros, al igual que un escultor crea su arte con un golpe de cincel a la vez, paso a paso, sin precipitarse hacia el final.
De esta manera creamos más valor que correr, patear, empujar a la gente a un lado, llenar nuestra mente y nuestro espacio con pensamientos, personas, libros, videos, audios y podcasts sin pensar, tratando de llegar a la meta más rápido y mejor que nadie, dejando nuestra salud mental en el camino, quemándonos.
Tal vez con esas técnicas de «tiburón», el éxito puede ser muy grande. Tanto es así que podría ser difícil de digerir y es importante transformarlo en algo que nos sirva a nosotros en lugar de que nosotros sirvamos nuestra vida a los dioses del éxito.
También podríamos terminar distraídos y dando nuestra energía a todas esas técnicas de «talla única». Puede que cuando lleguemos a la meta no estemos satisfechos, estemos infelices, haciendo que ese logro deseado no tenga sentido.
Cuando caminamos conscientemente hacia nuestras metas, despiertos y conscientes de cada paso del camino, estamos creando valor. Como dijo Simon Sinek: “Hay una diferencia entre correr con todo el corazón con los ojos cerrados y correr con todo el corazón y los ojos bien abiertos”.
Durante la mayor parte de nuestras vidas, corremos hacia una meta o un logro con los ojos cerrados. No queremos mirar atentamente el detalle más fino en todo.
Podemos alcanzar el éxito, pero quizás a un coste muy alto: nuestra salud mental, salud física, salud emocional o la salud de las personas que nos rodean, colaboradores, amigos y familiares.
Cuando nos movemos conscientemente hacia nuestra meta, nos vemos creciendo y fortaleciéndonos. Creando significado y valor en cada paso del camino, para que cuando alcancemos la meta, ésta resista la prueba del tiempo y traiga valor, felicidad y satisfacción a nuestras vidas.
Mindfulness es crecer en fuerza, en comprensión.
Aprender a fluir.
Aprender a afrontar y actuar sobre las situaciones en lugar de reaccionar.
Entonces, cuando alcancemos nuestra meta, tendremos la fuerza y la sabiduría para administrar ese éxito, creando riqueza para nosotros y nuestros colaboradores, creando felicidad y plenitud para nuestra vida y la vida de las personas que amamos y cuidamos.
Trabaja cada paso del camino, con atención plena.
Mindfulness es una de las claves más valiosas para el éxito que jamás se te haya entregado.
La mindfulness se aplica a nuestro negocio, carrera y salud en general: emocional, física, mental y la salud de cada relación que tenemos: desde la persona en el mostrador que nos entrega el café todas las mañanas, hasta colegas, amigos y familiares.
Recuerda todos los días aportar valor a tu vida con atención, paso a paso, caminando con mindfulness en el camino de la vida.
fortunaliving.es 